PRESENTE Y FUTURO DEL GTDL-AGE
En el contexto de pandemia, un conjunto de personas geógrafas de diversas Universidades (Alicante, Huelva, Salamanca y La Laguna), decidimos darle continuidad a uno de los grupos, que el próximo año cumplirá su 20 aniversario en la Asociación Española de Geografía (AGE). En efecto, el embrión se remonta a unos años antes, como muy bien ha explicado el profesor Fermín Rodríguez, en su rol de primer presidente orgánico y uno de sus promotores.
Un grupo de trabajo necesario y bien justificado en su creación dentro de la AGE, por la clara vinculación del colectivo de geógrafos y geógrafas en temáticas tan transversales como las actividades productivas y sus efectos en el territorio, donde lo importante son las personas más allá de los números e inversiones, lo micro más allá de lo macro, los aspectos cualitativos y explicativos, más allá de los aspectos cuantitativos y descriptivos.
En efecto, cuando se habla de desarrollo (luego enriquecido con atributos vinculados a la escala territorial y características de las actividades emprendidas en cada lugar), y desde una concepción moderna, hay que remitirse al discurso de la segunda investidura del presidente de USA, Harry S. Truman en 1949. Ahí se esgrimió la clara vinculación entre la necesidad de favorecer el Desarrollo, con Dinero (Plan Marshall) para intentar paliar las desigualdades entre países, sobre todo en el periodo posbélico, no exento de vinculaciones ideológicas y geoestratégicas (Top down). Sin duda, los preceptos keynesianos hicieron fortuna entre las democracias europeas, facilitando la circulación de capitales, favoreciendo el consumo, e incrementando un desarrollo que, muy pronto, tomó visos de crecimiento, dado por la propia economía de mercado.
En respuesta a la crisis del petróleo (1973), el sistema capitalista inicia un proceso de globalización de la economía que afecta directamente al sector público y a las economías nacionales y locales. Por un lado, las políticas públicas lideradas por gobiernos de ideología liberal responden iniciando un proceso de reestructuración industrial y de privatización de las empresas públicas. Por otro lado, las empresas dan pasos para conseguir reducir costes y flexibilizar la producción. Así, durante los años ochenta, las empresas comienzan a subcontratar partes de su producción y, a partir de los años noventa, a relocalizar plantas productivas en los países en vías de desarrollo. Esta dinámica culmina con la subcontratación de la producción en el exterior y la deslocalización en terceros países de gran parte de la base productiva de muchos de los países industrializados (1). Es en este contexto de pérdida continua de capacidad industrial y creciente competencia global, cuando emergen con fuerza nuevas teorías del crecimiento local y programas de la OCDE vinculados a la creación de empleo (ILE y LEED) (2). También la figura del AEDL (Agente de Empleo y Desarrollo Local) desde 1985. Sin olvidar la reforma de los Fondos Estructurales a partir de 1988 y el lanzamiento de las Iniciativas Comunitarias, entre ellas LEADER, a partir de 1991. Es un contexto donde las teorías buscan identificar atributos y aprender de las dinámicas de determinadas regiones y territorios que al parecer tienen una capacidad de respuesta innovadora. El objetivo último es identificar ventajas territoriales que faciliten el mantenimiento de la base económica (industrial, rural, turística) y el crecimiento económico local, muy vinculado a la creación de empleo (optimizando y capacitando a los recursos locales). Es en este contexto, cuando sin duda el colectivo de geógrafos, y teniendo como objeto el análisis de procesos territoriales, se toma con interés la profundización en teorías, pero sobre todo en las prácticas y estudios de casos, de lo que supone e implica el desarrollo local a nivel de turismo, desarrollo rural, SPL, comercio, gobernanza, etc. Así, a mediados de los ochenta, más allá de las teorías socioeconómicas, nos encontramos con una profesión que necesita cualificación. Aquí también los geógrafos participamos muy activamente con el liderazgo y propuestas de actividades y estudios de másteres que sin duda enriqueció, y lo sigue haciendo, desde algunas Universidades (3). Nuestra aportación en este campo ha sido notoria, incluido el desempeño de la profesión de técnico en desarrollo local, bien por cuenta propia o ajena (4).
En el Webinar que hicimos el 22 de junio de 2021, por parte de los componentes de la actual directiva del GTDL-AGE, quedó de manifiesto la importancia social, económica y territorial del desarrollo local. Aunque necesitado de explicitar de manera adecuada temáticas actuales, enfoques metodológicos, y estudios de casos. En efecto, se resaltaron ejemplos prácticos con efecto demostrativo, resultado de experiencias y buenas prácticas en materia de desarrollo local (Bottom up). Todo ello sin olvidar a otros actores, contextos y escalas territoriales y culturales, con especial atención a Europa y América Latina. En este sentido hay que resaltar temáticas como el desarrollo local participativo, la cooperación al desarrollo, la evolución de prácticas “locales” vinculadas al “buen vivir” (sumak kawsay), y a la economía del bien común (cosmovisión indígena), e incluso a teorías esgrimidas por algunos autores como el post-desarrollo (5) o el maldesarrollo (6)1.
Desde la actual junta directiva, queremos seguir enriqueciendo la aportación de los geógrafos y geógrafas a la investigación, formación y estudio de buenas prácticas en materia de desarrollo local y territorial. Para ello propondremos jornadas de campo para trabajar con los stakeholders y las instituciones del territorio, estableceremos espacios de análisis, reflexión y proposición a través de congresos, encuentros o webinar. También queremos incentivar la realización de materiales académicos, fruto de nuestras investigaciones, para seguir avanzando en la visibilización y reconocimiento de nuestro trabajo como colectivo, y en colaboración con otras disciplinas y profesionales en el estudio del territorio, que también forman parte del grupo y de esta gran familia que supone el desarrollo local.
Por todo ello, y en nombre del resto de la Junta Directiva, quiero agradecer la herencia recibida y el trabajo desarrollado por las personas y equipos que se han ido haciendo cargo del GTDL-AGE desde hace más de 20 años. También a todas las personas asociadas al mismo, con las que esperemos seguir trabajando estos próximos años, para facilitar conocimiento, procesos y “productos”.
ANTONIO MARTÍNEZ PUCHE, Universidad de Alicante
Presidente de la Comisión Permanente del Grupo de Trabajo de Desarrollo Local
Villena, 8 de febrero de 2022
(1) Casellas, A. 2014. Desarrollo local y territorio. Del crecimiento indiscriminado a la viabilidad social y económica, Diputación de Barcelona, 29 p.
(2) El respaldo clave a las políticas de desarrollo local llega en julio de 1982, cuando la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) creó el programa de acción y cooperación sobre Iniciativas Locales de Empleo (ILE) y el programa LEED (Local Economic and Employment Development).
(3) Martínez-Puche, A. (2021). Perfil del personal técnico en gestión del desarrollo local en la Comunidad Valenciana. Un primer estudio exploratorio sobre funciones, necesidades y percepciones de su ejercicio profesional (2019). Terra. Revista de desarrollo local, (8), pp. 361-391. https://ojs.uv.es/index.php/TERRA/article/view/20370
(4) IV Informe de Perfiles Profesionales de la Geografía (año 2018), Colegio de Geógrafos. Nota de prensa: https://www.geografos.org/iv-informe-de-perfiles-profesionales-de-la-geografia/; I Jornadas Técnicas del Colegio de Geógrafos-Desarrollo Local y Territorial, Colegio de Geógrafos. Nota de prensa: https://www.geografos.org/i-jornadas-tecnicas-del-colegio-de-geografos-desarrollo-local-y-territorial/
(6) Tortosa, J. M. (2011). Maldesarrollo y Mal Vivir. Pobreza y violencia a escala mundial. Ediciones Abya-Yala, Quito (Ecuador).